domingo, 30 de agosto de 2020

"Toros desde el sofá": Juan Ortega, Álvaro Lorenzo y Daniel Crespo en Linares


 

Foto: turismolinares.es


JUAN ORTEGA, ÁLVARO LORENZO Y DANIEL CRESPO
COSO DE SANTA MARGARITA, LINARES
De segunda categoría
-Estilo: Neomudéjar
-Inauguración: 7/7/1867
-Aforo: 9150 localidades

Comienzo: 20:00h

Ganaderías: Luis Algarra, Parladé y Juan Pedro Domecq

LUIS ALGARRA:
-Divisa: Morada y Blanca
-Fincas: Cortijo La Cigüeña (Aznalcázar, Sevilla) y 
La Capitana (Almadén de la Plata, Sevilla). 
-Señal de orejas: rajada la derecha y hendida la izquierda.
-Antigüedad: 22/5/1983


PARLADÉ:
-Divisa: Amarilla
-Finca: Lo Álvaro (Castillo de Las Guardas, Sevilla).
-Señal de orejas: muesca en la derecha y zarcillo en la izquierda.
-Antigüedad: 29/5/1913
 

JUAN PEDRO DOMECQ:
-Divisa: Encarnada y Blanca
-Finca: Lo Álvaro (Castillo de Las Guardas, Sevilla).
-Señal de orejas: punta de lanza en ambas.
-Antigüedad: 2/8/1790

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Trenzan los tres matadores destocados -a causa de su debut en esta plaza- un respetuoso, serio y sereno paseíllo a sones del pasodoble "Camino de Rosas". El desfile se desintegra cuando se guarda un minuto de silencio y posteriormente se escucha el Himno Nacional.

Juan Ortega: verde oliva y azabache 

Álvaro Lorenzo: azul pastel y oro

Daniel Crespo: tabaco y oro


    Juan Ortega abre plaza lanceando a Lagartijero con ralentizadas verónicas entre las rayas de picar, encendiendo instantáneamente los oles del tendido. Medido puyazo del piquero, sin una pelea excesiva por parte del primero de la tarde, negro, alto, badanudo, astifino y armónico de hechuras. En el tercio de banderillas, ya se muestra falto de fuerzas, caído y con la lengua fuera.
Embiste a cabezazos en los primeros doblones de probatura, continuando su condición a media altura por el pitón izquierdo en los medios. Los intenta el diestro por derechazos, acometiendo al engaño el de Luis Algarra con gran agresividad. Se va apagando el marrajo, cuando concluye el matador con un desplante genuflexo. Efectúa dos pinchazos hondos. Tras el tercero, en suerte contraria, se echa aunque levantándose dos veces tras los intentos de clavar la puntilla. Finalmente, se atrona cuando recibe un certero y potente descabello. Silencio.




    Matagallo, negro listón, con pitones acapachados, badanudo y estrecho de sienes, embiste suavemente en las telas de Álvaro Lorenzo, quien se gusta a la verónica, sin sacar excesivamente los brazos, llevando toreado al animal bajando el capote y rematando muy toreramente a una mano. El anterior recibe un señalado puyazo, citándolo el varilarguero con los pechos del caballo. Mide el astado galopando alegremente hacia los banderilleros. Brindis al público.
Comienza la faena de rodillas por el pitón derecho. Consigue una sensacional tanda de profundidad en el muletazo, metiendo gustosamente la barbilla en el pecho. Irrumpe el pasodoble "Nerva". Prolonga templadamente los pases de pecho, transmitiendo al respetable. Ejecuta el clásico cartucho de "pescao", toreando por naturales bajando la muleta y sin descomponer totalmente la figura. Alterna las manos, luciéndose con afarolados y diversas florituras. El virtuoso burel, que obedece a los engaños, no impide el desarrollo de esta fenomenal actuación, que concluye citando a cuerpo limpio con una especie de saltilleras y bernardinas fusionadas sin montar la ayuda, combinando con dinámicas luquecinas. Al perfilarse en la suerte suprema, se oyen algunos pitos que solicitan el indulto, mas no son suficientes para que la propuesta se pusiera sobre la mesa. Abrocha la faena con algo menos de media estocada, suficiente para que el toro cayera un poco más tarde. Dos orejas. Asoma el pañuelo azul del presidente, el cual concede el premio de la vuelta al ruedo al animal, que ha contribuido notablemente durante su lidia.




    Sale Pelotero, negro listón, hecho cuesta arriba, bajo de manos y bizco del pitón derecho, que es saludado por Daniel Crespo sin lucimiento, debido a su destartalada y sucia acometida, perdiendo en demasía los cuartos delanteros. Agresiva pelea en el peto del caballo, aunque sin nobleza ni clase alguna, derrotando con violentos cabezazos a media altura. Lo pone difícil el tercero del festejo, parándose en el cuarteo y esperando maliciosamente a los subalternos. Brindis al micrófono de Movistar +.
Compone la figura metiendo riñones y alargando el muletazo el más novel en alternativa. Sin embargo, la embestida no transmite ni emociona. Suena el pasodoble cuando cambia a la mano izquierda, citando de frente dando el pecho con verdad y pureza en un par de templados naturales. El morlaco no ayuda en exceso a su matador, que se entrega en robarle algún pase lucido, así como arrucinas o circulares invertidos, deteniéndose el primero en su desarrollo, por lo que no merece la pena tanto empeño al no obtener lucimiento alguno. No tiene suerte con los aceros. Silencio.



    Indiscreto, castaño listón, serio, hecho cuesta arriba, rematado de hechuras, con pitones acaramelados, astifino y con una espectacular cornamenta, se avista en los toriles. Es recibido por Juan Ortega, cuando tras extraerle un par de verónicas bien construidas, se levanta la polémica en el respetable: en su afán de humillación, el de Parladé se parte la vaina del pitón derecho. Se contempla el pañuelo verde, estando ya el equino en el ruedo.

    Sale el sobrero, castaño, de gran volumen, con pitones acapachados y acaramelados, y estrecho de puntas. Genial ramillete de verónicas del trianero, que expresa meciendo con clase el percal. El burel se astilla tremendamente el pitón izquierdo. Recibe el mismo un señalado puyazo en el tercio de varas. Complicado quite por chicuelinas del director de lidia. Meritorios pares de garapullos, al cortar y echar la cara arriba el cornúpeta. Saludan la ovación los banderilleros. Brindis al público. 
Rompe  repentinamente el clásico "Manolete", cuando domina el torero al animal con la pañosa en la mano diestra. Le da tiempo, echándole la misma suavemente al natural, prolongando la embestida. Menuda despaciosidad con la que mece la tela. Sencillamente sublime, dibujando el toreo. Improvisa cambiándosela por derechazos, sin montar el estoque de ayuda. Torera actitud del espada con temple y armonía. Pinchazo hondo en suerte contraria. Dos orejas.




    Rabanito se hace presente en la plaza de Santa Margarita. Castaño listón, meano, axiblanco, hecho cuesta arriba, rematado y ancho de encornadura, sale suelto de los lances sin lucimiento de Álvaro Lorenzo. Arrea contra el caballo del piquero solamente con el pitón izquierdo. Mansea el quinto en el tercio de rehiletes, haciendo meritoria las intervenciones de los banderilleros, quienes saludan la ovación.
Torea con delicadeza sin forzar la embestida del toro por derechazos. Baja más la mano por el pitón siniestro, alargando el cuello el astado al final del muletazo. Se va refugiando en tablas, teniéndolo que sacar su lidiador a otros terrenos en varias ocasiones, quien acorta las series para dosificar su fuerza. Derrota en seco al final de su acometida, protestando en cada pase. Lo pone difícil en la suerte suprema, al no quedar fijo y escarbar frecuentemente. Estocada entera con ideal inclinación. Oreja.
    

    Lancea con suavidad Crespo al sexto toro de la corrida, castaño albardado, hondo de caja, bajo de manos y astifino, el cual presenta una actitud suelta y rajada de salida. Mete riñones en el peto. Los palos quedan reunidos y correctamente colocados en el lomo. Brindis al público.
No transmite sensaciones primeramente el astado. Luego, su lidiador logra coser los naturales, levantando los oles de la afición linarense. Compone una buena serie de derechazos a sones de "La Concha Flamenca". Cambia de nuevo a la mano zurda, asentando las zapatillas. Alterna frecuentemente ambos pitones. Sobresale la máxima disposición que aporta Daniel Crespo, pese a que no ha dado con su mejor lote, al cual se ha esforzado sumamente en extraerle jugo. Media estocada en suerte natural. Oreja.


-Juan Ortegasilencio y dos orejas.

-Álvaro Lorenzo: dos orejas y oreja.

-Daniel Crespo: palmas y oreja.

La corrida ha sido bien presentada, de buen juego, larga y baja en general, destacando el segundo, de excepcional clase, nobleza y humillación, al que incluso fue solicitado el indulto pero no concedido; y también el cuarto bis, que permitió una magnífica y emocionante faena de temple y despaciosidad. El cuarto fue devuelto a los corrales a causa de la rotura de la vaina del pitón derecho.

- ENTRADA: Tres cuartos del aforo permitido -

Fotos: Reyma Taurino, Mundotoro.com
Romero Salas

sábado, 22 de agosto de 2020

"Toros desde el sofá": Corrida Magallánica de Sanlúcar: Manuel Escribano, Daniel Luque y Pepe Moral

 


Foto: www.espectaculoscarmelogarcia.com


MANUEL ESCRIBANO, DANIEL LUQUE Y PEPE MORAL
PLAZA DE TOROS DE EL PINO, SANLÚCAR DE BARRAMEDA
De tercera categoría
-Estilo: Neomudéjar 
-Inauguración: 1-7-1900
-Aforo: 5200 localidades

Comienzo: 19:00h
(Festejo retransmitido por Canal Toros)

Ganadería: Miura
-Divisa: Verde y Grana (en provincias), 
Verde y Negra (en Madrid)
-Finca: Zahariche (Lora del Río, Sevilla)
-Señal de orejas: Hendido y muesca en la izquierda 
-Antigüedad: 30/4/1849

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Gracias al digno de admirar trabajo del equipo de Canal Toros, podemos contemplar la llegada de los espadas al patio de cuadrillas. Me van a permitir ahora hacer una pequeña reflexión personal acerca de lo que en ese momento canta a primera vista, la cual pueden leer a continuación.

 

Volvemos al mismo tema del año pasado: estos señores vienen a torear, no a dar la vuelta al mundo en el barco de Magallanes. Los toreros tienen que ir vestidos de toreros, y con esto no me posiciono tajantemente en contra de las connotaciones especiales de la corrida, que por supuesto deben verse reflejadas en elementos cruciales, como puede ser el vestido de torear. No obstante, el mismo debe mantener su esencia, su fundamento que lo caracteriza, y no ser completamente (o sino al 90%) inventado, sino que en mi humilde opinión debe mantener los clásicos alamares, hombreras, machos, etc. y si se desea, adaptado al ambiente de la época, pero nunca convertido en una indumentaria propia de la misma. Se puede tomar como ejemplo el vestido picassiano: a simple vista se ve claramente que es una vestimenta para un torero, y refleja connotaciones sobre la obra del pintor malagueño. Incluso en las numerosas entrevistas a los actuantes de la tarde, podemos escuchar sus opiniones acerca de los atuendos, que según mi impresión particular, no son muy positivas. Así que esta vez, no podremos analizar con detalle esta vital arteria del espectáculo taurino, como es el traje de luces.

Trenzan el paseíllo los diestros de manera serena y sin prisa alguna, al mismo tiempo los tres matadores. Llevaba liado Daniel Luque el capote de brega, al igual que los demás subalternos; Pepe Moral uno gris plomo especial que usó el año pasado en la I edición de la corrida Magallánica; pero por el contrario, Manuel Escribano llevaba la capa fucsia en la mano, y no al hombro. Antes de finalizar el desfile hacia el cambio de la seda por el percal, aunque en este caso no hubiera mucha seda, se guardó un minuto de silencio y sonó el Himno Nacional, aplaudido por el público durante y después de su interpretación. Al término, salen a saludar los tres espadas.


Manuel Escribano: azul celeste, con medias rosas tradicionales

Daniel Luque: gris perla

Pepe Moral: verde esmeralda con adornos dorados


Sale descoordinado y sorprendido un ciclópeo miura, que se enfrasca en derrotar contra las decoraciones de las tablas. Típica salida de un toro de esta legendaria ganadería, marca de la casa. Destaca por su altura y longitud, siendo además perfectamente apto para entrar en los corrales de una plaza de primera. Cárdeno, ancho de sienes y armado en cornidelantero. Lo recibe Manuel Escribano con templadas verónicas -cogiendo el capote con notable delicadeza- que conectan rápidamente con el escaso respetable, debido a la nueva normativa impuesta por la Junta de Andalucía. Al colocarlo en la jurisdicción del varilarguero, demuestra fijeza en el peto, pero sin emplearse en demasía. Lo lleva el director de lidia casi a la boca de riego. Acude con la cara arriba, y con la misma sosería que en el puyazo anterior. No lo pone fácil a los banderilleros del sevillano. Protesta al recibir los garapullos, e incluso pierde los cuartos traseros.
Complicada papeleta la del espada que se entrega en cuerpo y alma por construir una interesante serie. No obstante, el astado es el que no se entrega. Mira de reojo a su lidiador, parándose, intimidándole aún más si cabe. Desarrolla bastante el miura, característica indudable de los ejemplares que habitan en Zahariche. Tragándole "paquete" el que encabeza el cartel. Lo intenta por ambos pitones, mas resulta casi imposible emocionar con la destartalada embestida del animal. Le propina una media estocada, contraria y haciendo guardia, en suerte natural, acero que no es muy bien recibido por el toro, sino con cierta viveza y retranqueo. Se atrona al cuarto golpe de verduguillo. Sale al tercio a saludar.




Impone el segundo de la tarde, colorado axiblanco, serio, rematado, enmorrillado, ancho de sienes y con los pitones mirando hacia el cielo. Es aplaudido por el público de salida. Se encuentra con las telas de Daniel Luque, a las cuales embiste humillando y alargando el cuello en su acometida. Jaleado ramillete de verónicas dirigiendo a Africano hacia los medios. Los aplausos rompen tras la emocionante media al ralentí. Sensacional y lucido tercio de varas, en el cual el toro fue en busca del caballo hasta en tres ocasiones: largo y sin pelea el primer puyazo; mejor logrado el segundo; y tras el tercero y último se dibujó una amplia sonrisa en el piquero y el aficionado, al haber dejado el diestro al burel en el mismo centro del ruedo, acudiendo éste con una brutal fuerza, siendo citado casi mostrando los pechos del equino. Deslumbrante la grandeza de la suerte de picas, cuando tiene la oportunidad de florecer. Aciertan los subalternos con los rehiletes. Brindis al público.
Consigue Luque encontrar la distancia idónea para entenderse con su oponente al natural, tras varios doblones por alto ganándole terreno. Cambia de mano cuando pide el cese del pasodoble tocado por la banda, al no conseguir por el momento la plena lucidez en la faena. Poco a poco va ganándose los oles de la gente. Vuelve a sonar la música. Fija las zapatillas en la sal del albero en una tanda de naturales que emociona a la plaza. Parte del tendido solicita el indulto, convertida en protesta al estar perfilándose el torero en la suerte suprema. Estocada entera en ideal lugar. Acierta con el descabello. Dos orejas y premio de vuelta al ruedo para el toro en el arrastre.




Breve saludo capotero a pies juntos de Pepe Moral al tercero de la tarde, largo, fino, enmorrillado, cárdeno oscuro bragado y exageradamente ancho de sienes. Señalados en su sitio y contundentes los dos puyazos que recibió el morito, empleándose y metiendo riñones, sin contar con un primero improvisado al arrancarse el toro que apenas hizo efecto. Poco reunidos y no con una óptima colocación han acabado los pares de banderillas. Brindis al público.
Conecta con el tendido el de Los Palacios cosiendo las embestidas del toro con su oscura pañosa. Templa en los medios por derechazos. Arranca el pasodoble "Nerva" mientras hace disfrutar con una lucida serie de naturales. Sobresale el animal por su evidente nobleza y limpieza en su acometida hacia el engaño. Suerte suprema fenomenalmente ejecutada: centrado entre los pitones, echando la muleta a las pezuñas y hundiendo el acero con el brazo por delante en un estoconazo contrario en los rubios. Oreja.



Recibe Manuel a Acedero con una larga cambiada de rodillas, y con despaciosas verónicas con el percal bien abierto. Astifino, ancho de sienes, con pitones acaramelados, voluminoso y cárdeno oscuro es el cuarto de la corrida. Destaca la fuerte pelea en los tres puyazos. Dificultoso tercio de banderillas llevado a cabo por Escribano, teniendo que parear hasta en 6 ocasiones, y con gran mérito en el último, clavando al violín en los mismos terrenos que en la suerte anterior. Brinda al público. 
Arriesgadísimo comienzo de faena en el centro del ruedo, estatuarios por la espalda. Consigue robarle una templada serie de naturales, adaptándose a la sórdida embestida que se produce junto a su franela. Sin lucidez al final de la faena, al acometer el animal a media altura y subiendo la cara agresivamente al término del muletazo. Desmesurada entrega del espada. Estocada entera, pero tiene que ir en busca del descabello. Acierta con la cruceta de acero.



Le gana terreno Daniel Luque a Maquinista -cárdeno oscuro, largo, fino y con imponente cornamenta-, lanceando por bajo hacia los medios aprovechando su pronta humillación y tranco, rematando con una gustosa media por el pitón derecho que vuelve a deleitar al espectador. Se vuelve pegajoso el cornúpeta en la colocación en el peto, dando dificultad a su lidiador para realizar tal suerte. Toma dos largos puyazos, algo trasero el segundo. Arriesgan los banderilleros con los avivadores, fijando los mismos en la misma cara del toro. Saludan tras la ovación.
Se entiende con el astado con la muleta en mano derecha tras efectuarle algunos pases de probatura y dominio. Tras calar con dos tandas de derechazos rompe el pasodoble "La Concha Flamenca". Se luce con molinetes y lentos pases de pecho. Se cambia al pitón izquierdo ayudándose con la espada, aunque desgraciadamente el cuatreño va perdiendo ese tranqueo en la embestida, acabando la misma con un agresivo cabezazo. Concluye su sensacional faena colmada de transmisión, dominio y profundidad con un abaniqueo y desplante. Lástima el pinchazo. Media estocada que hace caer repentinamente al animal. Otras dos orejas para el esportón de Luque.


Se estira a la verónica Pepe Moral con el sexto de la tarde, bajo, fino, con los pitones acapachados y negro entrepelado, que echa arriba las manos en cada lance. Se emplea Berenjena contra el caballo de picar en un prolongado puyazo, que da más vueltas que un tiovivo, a causa de la fuerza que posee el primero. Lo deja el matador más joven en alternativa en la boca de riego, que ha estado de moda durante toda la tarde, acción aplaudida por el respetable. Mérito de los subalternos con los palos, al cortar el astado en el cuarteo. Brindis al empresario Carmelo García.
Sin opciones el último toro de la corrida. Carente de estilo y clase. Por más que su lidiador se esmera en robarle algún que otro pase interesante, no es generoso el animal. Dos pinchazos hondos en suerte natural, media estocada en suerte contraria. Descabella  y a su vez acaba con esta II Corrida Magallánica.



-Manuel Escribano: ovación con saludos y ovación con saludos.

-Daniel Luque: dos orejas y dos orejas.

-Pepe Moral: oreja y silencio.

- ENTRADA: Lleno del aforo permitido (980 personas) -

En general, la corrida fue muy bien presentada, con considerable encornadura, toros altos, serios, finos, y con gran morrillo y remate en alguno que otro. De buen juego a media distancia de la muleta, excepto el lote de Manuel Escribano. Con pelea fuerte, noble y enclasada en el caballo. 

Fotos: Eva Morales

Romero Salas

martes, 18 de agosto de 2020

Galería de la memoria: Enrique Ponce, Manzanares y Roca Rey en Málaga (18-8-2018)

 A continuación pueden observar la galería fotográfica que elaboré durante mi primera corrida de toros, en la Plaza de Toros de la Malagueta, el sábado 18 de agosto de 2018. Tal día como hoy, hace dos años, nació mi afición taurina. Gracias a aquel festejo, usted está leyendo y visitando este sitio web.


Imágenes: Archivo personal


Málaga. Cartel de relumbrón. El dorado albero del añejo coso arde en su deseo de acoger una corrida de máxima expectación. El "tendío" sonríe suavemente al comprender que lo que va a presenciar esta tarde no será un festejo más del montón que descansa a sus espaldas. Idem la andanada, sin perder detalle. La longeva oscuridad de sus taurinos hierros se oculta, haciéndolos relucir para la ocasión. Los ocho chiqueros se miran unos a los otros, adivinándose en sus pensamientos la impaciencia por abrirse para hospedar a los ejemplares que anoche durmieron en el Castillo de las Guardas. La bandera española, orgullosa, aletea vivazmente para llamar a la afición. Promete detenerse justo cuando al salir los espadas irrumpa el pasodoble "Pan y Toros". 




Las picas ya están colocadas junto a la puerta de toriles. Conversan discretamente acerca de la gente que va ocupando sus asientos. En el Patio de Cuadrillas, se percibe cierto nerviosismo al plegarse la pequeña y gélida superficie de seda bordada en oro. Éste último charla inquieto con un par de alamares que temen tarde tras tarde ser rozados por la brava embestida de un morlaco, mientras esperan a que el minutero del reloj se pose sobre las y media. Un viejo peto de picar solloza en silencio. No aguanta ser corneado de nuevo, como cada vez que lo ciñen a un valiente equino. No obstante, hoy merecerá la pena... llegó la hora...


























































































Aquella tarde lidiaron toros de Juan Pedro Domecq: Enrique Ponce, con un torerísimo tabaco y oro; José Mari Manzanares, de un elegante burdeos y azabache; y Roca Rey, enfundado en un vistoso celeste y oro. Como curiosidad, el primero fue devuelto a los corrales, siendo sustituido por un sobrero de La Palmosilla, el cual también provocó el asomo del pañuelo verde en la presidencia. Así que el primer toro de la corrida en ser estoqueado fue el segundo sobrero. El acontecimiento no empezaba con buen pie, pero posteriormente se enmendó el tema, componiéndose faenas de gran gusto y emoción. Manzanares no dio con su mejor lote, mas Enrique Ponce y Roca Rey, salieron por la Puerta Grande, cortando tres orejas por coleta.
Romero Salas