Foto: turismolinares.es
JUAN ORTEGA, ÁLVARO LORENZO Y DANIEL CRESPO
COSO DE SANTA MARGARITA, LINARES
De segunda categoría
-Estilo: Neomudéjar
-Inauguración: 7/7/1867
-Aforo: 9150 localidades
Comienzo: 20:00h
Ganaderías: Luis Algarra, Parladé y Juan Pedro Domecq
LUIS ALGARRA:
-Divisa: Morada y Blanca
-Fincas: Cortijo La Cigüeña (Aznalcázar, Sevilla) y
La Capitana (Almadén de la Plata, Sevilla).
-Señal de orejas: rajada la derecha y hendida la izquierda.
-Antigüedad: 22/5/1983
PARLADÉ:
-Divisa: Amarilla
-Finca: Lo Álvaro (Castillo de Las Guardas, Sevilla).
-Señal de orejas: muesca en la derecha y zarcillo en la izquierda.
-Antigüedad: 29/5/1913
JUAN PEDRO DOMECQ:
-Divisa: Encarnada y Blanca
-Finca: Lo Álvaro (Castillo de Las Guardas, Sevilla).
-Señal de orejas: punta de lanza en ambas.
-Antigüedad: 2/8/1790
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Trenzan los tres matadores destocados -a causa de su debut en esta plaza- un respetuoso, serio y sereno paseíllo a sones del pasodoble "Camino de Rosas". El desfile se desintegra cuando se guarda un minuto de silencio y posteriormente se escucha el Himno Nacional.
Juan Ortega: verde oliva y azabache
Álvaro Lorenzo: azul pastel y oro
Daniel Crespo: tabaco y oro
Juan Ortega abre plaza lanceando a Lagartijero con ralentizadas verónicas entre las rayas de picar, encendiendo instantáneamente los oles del tendido. Medido puyazo del piquero, sin una pelea excesiva por parte del primero de la tarde, negro, alto, badanudo, astifino y armónico de hechuras. En el tercio de banderillas, ya se muestra falto de fuerzas, caído y con la lengua fuera.
Embiste a cabezazos en los primeros doblones de probatura, continuando su condición a media altura por el pitón izquierdo en los medios. Los intenta el diestro por derechazos, acometiendo al engaño el de Luis Algarra con gran agresividad. Se va apagando el marrajo, cuando concluye el matador con un desplante genuflexo. Efectúa dos pinchazos hondos. Tras el tercero, en suerte contraria, se echa aunque levantándose dos veces tras los intentos de clavar la puntilla. Finalmente, se atrona cuando recibe un certero y potente descabello. Silencio.
Matagallo, negro listón, con pitones acapachados, badanudo y estrecho de sienes, embiste suavemente en las telas de Álvaro Lorenzo, quien se gusta a la verónica, sin sacar excesivamente los brazos, llevando toreado al animal bajando el capote y rematando muy toreramente a una mano. El anterior recibe un señalado puyazo, citándolo el varilarguero con los pechos del caballo. Mide el astado galopando alegremente hacia los banderilleros. Brindis al público.
Comienza la faena de rodillas por el pitón derecho. Consigue una sensacional tanda de profundidad en el muletazo, metiendo gustosamente la barbilla en el pecho. Irrumpe el pasodoble "Nerva". Prolonga templadamente los pases de pecho, transmitiendo al respetable. Ejecuta el clásico cartucho de "pescao", toreando por naturales bajando la muleta y sin descomponer totalmente la figura. Alterna las manos, luciéndose con afarolados y diversas florituras. El virtuoso burel, que obedece a los engaños, no impide el desarrollo de esta fenomenal actuación, que concluye citando a cuerpo limpio con una especie de saltilleras y bernardinas fusionadas sin montar la ayuda, combinando con dinámicas luquecinas. Al perfilarse en la suerte suprema, se oyen algunos pitos que solicitan el indulto, mas no son suficientes para que la propuesta se pusiera sobre la mesa. Abrocha la faena con algo menos de media estocada, suficiente para que el toro cayera un poco más tarde. Dos orejas. Asoma el pañuelo azul del presidente, el cual concede el premio de la vuelta al ruedo al animal, que ha contribuido notablemente durante su lidia.
Sale Pelotero, negro listón, hecho cuesta arriba, bajo de manos y bizco del pitón derecho, que es saludado por Daniel Crespo sin lucimiento, debido a su destartalada y sucia acometida, perdiendo en demasía los cuartos delanteros. Agresiva pelea en el peto del caballo, aunque sin nobleza ni clase alguna, derrotando con violentos cabezazos a media altura. Lo pone difícil el tercero del festejo, parándose en el cuarteo y esperando maliciosamente a los subalternos. Brindis al micrófono de Movistar +.
Compone la figura metiendo riñones y alargando el muletazo el más novel en alternativa. Sin embargo, la embestida no transmite ni emociona. Suena el pasodoble cuando cambia a la mano izquierda, citando de frente dando el pecho con verdad y pureza en un par de templados naturales. El morlaco no ayuda en exceso a su matador, que se entrega en robarle algún pase lucido, así como arrucinas o circulares invertidos, deteniéndose el primero en su desarrollo, por lo que no merece la pena tanto empeño al no obtener lucimiento alguno. No tiene suerte con los aceros. Silencio.
Indiscreto, castaño listón, serio, hecho cuesta arriba, rematado de hechuras, con pitones acaramelados, astifino y con una espectacular cornamenta, se avista en los toriles. Es recibido por Juan Ortega, cuando tras extraerle un par de verónicas bien construidas, se levanta la polémica en el respetable: en su afán de humillación, el de Parladé se parte la vaina del pitón derecho. Se contempla el pañuelo verde, estando ya el equino en el ruedo.
Sale el sobrero, castaño, de gran volumen, con pitones acapachados y acaramelados, y estrecho de puntas. Genial ramillete de verónicas del trianero, que expresa meciendo con clase el percal. El burel se astilla tremendamente el pitón izquierdo. Recibe el mismo un señalado puyazo en el tercio de varas. Complicado quite por chicuelinas del director de lidia. Meritorios pares de garapullos, al cortar y echar la cara arriba el cornúpeta. Saludan la ovación los banderilleros. Brindis al público.
Rompe repentinamente el clásico "Manolete", cuando domina el torero al animal con la pañosa en la mano diestra. Le da tiempo, echándole la misma suavemente al natural, prolongando la embestida. Menuda despaciosidad con la que mece la tela. Sencillamente sublime, dibujando el toreo. Improvisa cambiándosela por derechazos, sin montar el estoque de ayuda. Torera actitud del espada con temple y armonía. Pinchazo hondo en suerte contraria. Dos orejas.
Rabanito se hace presente en la plaza de Santa Margarita. Castaño listón, meano, axiblanco, hecho cuesta arriba, rematado y ancho de encornadura, sale suelto de los lances sin lucimiento de Álvaro Lorenzo. Arrea contra el caballo del piquero solamente con el pitón izquierdo. Mansea el quinto en el tercio de rehiletes, haciendo meritoria las intervenciones de los banderilleros, quienes saludan la ovación.
Torea con delicadeza sin forzar la embestida del toro por derechazos. Baja más la mano por el pitón siniestro, alargando el cuello el astado al final del muletazo. Se va refugiando en tablas, teniéndolo que sacar su lidiador a otros terrenos en varias ocasiones, quien acorta las series para dosificar su fuerza. Derrota en seco al final de su acometida, protestando en cada pase. Lo pone difícil en la suerte suprema, al no quedar fijo y escarbar frecuentemente. Estocada entera con ideal inclinación. Oreja.
Lancea con suavidad Crespo al sexto toro de la corrida, castaño albardado, hondo de caja, bajo de manos y astifino, el cual presenta una actitud suelta y rajada de salida. Mete riñones en el peto. Los palos quedan reunidos y correctamente colocados en el lomo. Brindis al público.
No transmite sensaciones primeramente el astado. Luego, su lidiador logra coser los naturales, levantando los oles de la afición linarense. Compone una buena serie de derechazos a sones de "La Concha Flamenca". Cambia de nuevo a la mano zurda, asentando las zapatillas. Alterna frecuentemente ambos pitones. Sobresale la máxima disposición que aporta Daniel Crespo, pese a que no ha dado con su mejor lote, al cual se ha esforzado sumamente en extraerle jugo. Media estocada en suerte natural. Oreja.
-Juan Ortega: silencio y dos orejas.
-Álvaro Lorenzo: dos orejas y oreja.
-Daniel Crespo: palmas y oreja.
La corrida ha sido bien presentada, de buen juego, larga y baja en general, destacando el segundo, de excepcional clase, nobleza y humillación, al que incluso fue solicitado el indulto pero no concedido; y también el cuarto bis, que permitió una magnífica y emocionante faena de temple y despaciosidad. El cuarto fue devuelto a los corrales a causa de la rotura de la vaina del pitón derecho.
- ENTRADA: Tres cuartos del aforo permitido -
Fotos: Reyma Taurino, Mundotoro.com
Romero Salas