sábado, 22 de agosto de 2020

"Toros desde el sofá": Corrida Magallánica de Sanlúcar: Manuel Escribano, Daniel Luque y Pepe Moral

 


Foto: www.espectaculoscarmelogarcia.com


MANUEL ESCRIBANO, DANIEL LUQUE Y PEPE MORAL
PLAZA DE TOROS DE EL PINO, SANLÚCAR DE BARRAMEDA
De tercera categoría
-Estilo: Neomudéjar 
-Inauguración: 1-7-1900
-Aforo: 5200 localidades

Comienzo: 19:00h
(Festejo retransmitido por Canal Toros)

Ganadería: Miura
-Divisa: Verde y Grana (en provincias), 
Verde y Negra (en Madrid)
-Finca: Zahariche (Lora del Río, Sevilla)
-Señal de orejas: Hendido y muesca en la izquierda 
-Antigüedad: 30/4/1849

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Gracias al digno de admirar trabajo del equipo de Canal Toros, podemos contemplar la llegada de los espadas al patio de cuadrillas. Me van a permitir ahora hacer una pequeña reflexión personal acerca de lo que en ese momento canta a primera vista, la cual pueden leer a continuación.

 

Volvemos al mismo tema del año pasado: estos señores vienen a torear, no a dar la vuelta al mundo en el barco de Magallanes. Los toreros tienen que ir vestidos de toreros, y con esto no me posiciono tajantemente en contra de las connotaciones especiales de la corrida, que por supuesto deben verse reflejadas en elementos cruciales, como puede ser el vestido de torear. No obstante, el mismo debe mantener su esencia, su fundamento que lo caracteriza, y no ser completamente (o sino al 90%) inventado, sino que en mi humilde opinión debe mantener los clásicos alamares, hombreras, machos, etc. y si se desea, adaptado al ambiente de la época, pero nunca convertido en una indumentaria propia de la misma. Se puede tomar como ejemplo el vestido picassiano: a simple vista se ve claramente que es una vestimenta para un torero, y refleja connotaciones sobre la obra del pintor malagueño. Incluso en las numerosas entrevistas a los actuantes de la tarde, podemos escuchar sus opiniones acerca de los atuendos, que según mi impresión particular, no son muy positivas. Así que esta vez, no podremos analizar con detalle esta vital arteria del espectáculo taurino, como es el traje de luces.

Trenzan el paseíllo los diestros de manera serena y sin prisa alguna, al mismo tiempo los tres matadores. Llevaba liado Daniel Luque el capote de brega, al igual que los demás subalternos; Pepe Moral uno gris plomo especial que usó el año pasado en la I edición de la corrida Magallánica; pero por el contrario, Manuel Escribano llevaba la capa fucsia en la mano, y no al hombro. Antes de finalizar el desfile hacia el cambio de la seda por el percal, aunque en este caso no hubiera mucha seda, se guardó un minuto de silencio y sonó el Himno Nacional, aplaudido por el público durante y después de su interpretación. Al término, salen a saludar los tres espadas.


Manuel Escribano: azul celeste, con medias rosas tradicionales

Daniel Luque: gris perla

Pepe Moral: verde esmeralda con adornos dorados


Sale descoordinado y sorprendido un ciclópeo miura, que se enfrasca en derrotar contra las decoraciones de las tablas. Típica salida de un toro de esta legendaria ganadería, marca de la casa. Destaca por su altura y longitud, siendo además perfectamente apto para entrar en los corrales de una plaza de primera. Cárdeno, ancho de sienes y armado en cornidelantero. Lo recibe Manuel Escribano con templadas verónicas -cogiendo el capote con notable delicadeza- que conectan rápidamente con el escaso respetable, debido a la nueva normativa impuesta por la Junta de Andalucía. Al colocarlo en la jurisdicción del varilarguero, demuestra fijeza en el peto, pero sin emplearse en demasía. Lo lleva el director de lidia casi a la boca de riego. Acude con la cara arriba, y con la misma sosería que en el puyazo anterior. No lo pone fácil a los banderilleros del sevillano. Protesta al recibir los garapullos, e incluso pierde los cuartos traseros.
Complicada papeleta la del espada que se entrega en cuerpo y alma por construir una interesante serie. No obstante, el astado es el que no se entrega. Mira de reojo a su lidiador, parándose, intimidándole aún más si cabe. Desarrolla bastante el miura, característica indudable de los ejemplares que habitan en Zahariche. Tragándole "paquete" el que encabeza el cartel. Lo intenta por ambos pitones, mas resulta casi imposible emocionar con la destartalada embestida del animal. Le propina una media estocada, contraria y haciendo guardia, en suerte natural, acero que no es muy bien recibido por el toro, sino con cierta viveza y retranqueo. Se atrona al cuarto golpe de verduguillo. Sale al tercio a saludar.




Impone el segundo de la tarde, colorado axiblanco, serio, rematado, enmorrillado, ancho de sienes y con los pitones mirando hacia el cielo. Es aplaudido por el público de salida. Se encuentra con las telas de Daniel Luque, a las cuales embiste humillando y alargando el cuello en su acometida. Jaleado ramillete de verónicas dirigiendo a Africano hacia los medios. Los aplausos rompen tras la emocionante media al ralentí. Sensacional y lucido tercio de varas, en el cual el toro fue en busca del caballo hasta en tres ocasiones: largo y sin pelea el primer puyazo; mejor logrado el segundo; y tras el tercero y último se dibujó una amplia sonrisa en el piquero y el aficionado, al haber dejado el diestro al burel en el mismo centro del ruedo, acudiendo éste con una brutal fuerza, siendo citado casi mostrando los pechos del equino. Deslumbrante la grandeza de la suerte de picas, cuando tiene la oportunidad de florecer. Aciertan los subalternos con los rehiletes. Brindis al público.
Consigue Luque encontrar la distancia idónea para entenderse con su oponente al natural, tras varios doblones por alto ganándole terreno. Cambia de mano cuando pide el cese del pasodoble tocado por la banda, al no conseguir por el momento la plena lucidez en la faena. Poco a poco va ganándose los oles de la gente. Vuelve a sonar la música. Fija las zapatillas en la sal del albero en una tanda de naturales que emociona a la plaza. Parte del tendido solicita el indulto, convertida en protesta al estar perfilándose el torero en la suerte suprema. Estocada entera en ideal lugar. Acierta con el descabello. Dos orejas y premio de vuelta al ruedo para el toro en el arrastre.




Breve saludo capotero a pies juntos de Pepe Moral al tercero de la tarde, largo, fino, enmorrillado, cárdeno oscuro bragado y exageradamente ancho de sienes. Señalados en su sitio y contundentes los dos puyazos que recibió el morito, empleándose y metiendo riñones, sin contar con un primero improvisado al arrancarse el toro que apenas hizo efecto. Poco reunidos y no con una óptima colocación han acabado los pares de banderillas. Brindis al público.
Conecta con el tendido el de Los Palacios cosiendo las embestidas del toro con su oscura pañosa. Templa en los medios por derechazos. Arranca el pasodoble "Nerva" mientras hace disfrutar con una lucida serie de naturales. Sobresale el animal por su evidente nobleza y limpieza en su acometida hacia el engaño. Suerte suprema fenomenalmente ejecutada: centrado entre los pitones, echando la muleta a las pezuñas y hundiendo el acero con el brazo por delante en un estoconazo contrario en los rubios. Oreja.



Recibe Manuel a Acedero con una larga cambiada de rodillas, y con despaciosas verónicas con el percal bien abierto. Astifino, ancho de sienes, con pitones acaramelados, voluminoso y cárdeno oscuro es el cuarto de la corrida. Destaca la fuerte pelea en los tres puyazos. Dificultoso tercio de banderillas llevado a cabo por Escribano, teniendo que parear hasta en 6 ocasiones, y con gran mérito en el último, clavando al violín en los mismos terrenos que en la suerte anterior. Brinda al público. 
Arriesgadísimo comienzo de faena en el centro del ruedo, estatuarios por la espalda. Consigue robarle una templada serie de naturales, adaptándose a la sórdida embestida que se produce junto a su franela. Sin lucidez al final de la faena, al acometer el animal a media altura y subiendo la cara agresivamente al término del muletazo. Desmesurada entrega del espada. Estocada entera, pero tiene que ir en busca del descabello. Acierta con la cruceta de acero.



Le gana terreno Daniel Luque a Maquinista -cárdeno oscuro, largo, fino y con imponente cornamenta-, lanceando por bajo hacia los medios aprovechando su pronta humillación y tranco, rematando con una gustosa media por el pitón derecho que vuelve a deleitar al espectador. Se vuelve pegajoso el cornúpeta en la colocación en el peto, dando dificultad a su lidiador para realizar tal suerte. Toma dos largos puyazos, algo trasero el segundo. Arriesgan los banderilleros con los avivadores, fijando los mismos en la misma cara del toro. Saludan tras la ovación.
Se entiende con el astado con la muleta en mano derecha tras efectuarle algunos pases de probatura y dominio. Tras calar con dos tandas de derechazos rompe el pasodoble "La Concha Flamenca". Se luce con molinetes y lentos pases de pecho. Se cambia al pitón izquierdo ayudándose con la espada, aunque desgraciadamente el cuatreño va perdiendo ese tranqueo en la embestida, acabando la misma con un agresivo cabezazo. Concluye su sensacional faena colmada de transmisión, dominio y profundidad con un abaniqueo y desplante. Lástima el pinchazo. Media estocada que hace caer repentinamente al animal. Otras dos orejas para el esportón de Luque.


Se estira a la verónica Pepe Moral con el sexto de la tarde, bajo, fino, con los pitones acapachados y negro entrepelado, que echa arriba las manos en cada lance. Se emplea Berenjena contra el caballo de picar en un prolongado puyazo, que da más vueltas que un tiovivo, a causa de la fuerza que posee el primero. Lo deja el matador más joven en alternativa en la boca de riego, que ha estado de moda durante toda la tarde, acción aplaudida por el respetable. Mérito de los subalternos con los palos, al cortar el astado en el cuarteo. Brindis al empresario Carmelo García.
Sin opciones el último toro de la corrida. Carente de estilo y clase. Por más que su lidiador se esmera en robarle algún que otro pase interesante, no es generoso el animal. Dos pinchazos hondos en suerte natural, media estocada en suerte contraria. Descabella  y a su vez acaba con esta II Corrida Magallánica.



-Manuel Escribano: ovación con saludos y ovación con saludos.

-Daniel Luque: dos orejas y dos orejas.

-Pepe Moral: oreja y silencio.

- ENTRADA: Lleno del aforo permitido (980 personas) -

En general, la corrida fue muy bien presentada, con considerable encornadura, toros altos, serios, finos, y con gran morrillo y remate en alguno que otro. De buen juego a media distancia de la muleta, excepto el lote de Manuel Escribano. Con pelea fuerte, noble y enclasada en el caballo. 

Fotos: Eva Morales

Romero Salas

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