sábado, 5 de septiembre de 2020

"Toros desde el sofá": Enrique Ponce, Curro Díaz y Sergio Serrano en Manzanares

Foto: Ayuntamiento de Manzanares



ENRIQUE PONCE, CURRO DÍAZ Y SERGIO SERRANO
PLAZA DE TOROS DE MANZANARES, CIUDAD REAL
De tercera categoría
-Estilo: Modernista
-Inauguración: 8/8/1900
-Aforo: 10.000 localidades

Comienzo: 18:30 h
Festejo televisado a través de Canal Plus Toros
Castilla La Mancha Media

Ganadería: Las Monjas
-Divisa: Morada y Negra
-Finca: Las Monjas (Lora del Río, Sevilla)
-Señal de orejas: Zarcillo en la oreja izquierda 
y horca en la derecha.
-Antigüedad: 12/10/1882

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Desfilan los diestros del cartel serenamente, los tres en línea recta y con semblante que muestra responsabilidad, a sones del mítico pasodoble "Gallito". Sergio Serrano camina desmonterado en su debut en esta plaza. Al término del paseíllo, se guarda un respetuoso minuto de silencio.

Enrique Ponce: rosa palo y oro

Curro Díaz: coral y oro

Sergio Serrano: caña y oro

    Sale de la puerta de chiqueros un espectacular castaño albardado, enmorrillado, badanudo, largo, rematado de hechuras, potente de cuartos traseros, ancho de sienes y con los pitones mirando hacia el cielo. Es recibido con despaciosas verónicas por Enrique Ponce, rematando con una media al ralentí en el tercio. No le cae extremadamente bien el puyazo, el cual toma acometiendo en el caballo solamente con el pitón izquierdo, sin pelea fuerte. Fácil tercio de banderillas, que caen reunidas y en su sitio.
Comienza la faena con suavidad y temple. Pierde las manos el toro en la segunda serie. Compone la figura saliéndose un poco de las rayas de picar, sin forzar la noble embestida de un animal justo de carbón, con el cual se puede lucir dado su evidente dominio. Cambia de mano, mas sin conseguir la transmisión ni emoción en el tendido. Suena el pasodoble. Escasea la raza y chispa en la faena. Estocada corta en suerte natural. Oreja.

    Juergano se hace presente en el ruedo manchego muy acelerada y  agresivamente. El segundo es castaño albardado, largo, fino, bajo de manos, de imponente encornadura y algo bizco del pitón izquierdo. La lía Curro Díaz de capa en la primera raya de picar, que sale decidido a saludar a su astado, provocando fuertemente los oles del público, dibujando sublimes verónicas y concluyendo con una emocionante media bajando el percal. Torero profundo y de pellizco. Acude el segundo de la tarde con suma fiereza al peto del equino, agarrándolo con gran humillación y recibiendo un trasero puyazo. Fantástico quite por chicuelinas y una templada larga cordobesa del torero de Linares. Complicada la lidia con los avivadores, ya que va desarrollando. Saluda Óscar Castellanos al colocar un meritorio par en la misma cara del toro. Brindis al público.
Aprieta por dentro el de Las Monjas, impidiendo la lucidez de su lidiador, que lo intenta tanto por derechazos como al natural. Rompe "Ópera Flamenca", que más tarde cesa al desmontar el espada. Vuelve a sonar dicha composición musical. Se vuelve el marrajo cada vez más difícil, buscando a Curro Díaz, quien no ha podido vaciarse como le gustaría en su primero. Pinchazo en una estocada muy tendida. Pinchazo hondo. Acierta con el verduguillo. Ovación.

    Viene a por todas Sergio Serrano, que recibe al tercero, negro listón, negro, largo, fino, y con cierta inclinación en los pitones, con una larga cambiada de rodillas, y estirándose posteriormente a la verónica. Coloca al cornúpeta en suerte a una larga distancia del piquero, quien le propina un puyazo trasero. Quita por ajustadas chicuelinas, que hacen fijar la atención en él. Correcta colocación de los rehiletes, excepto el primer par, que ha caído bajo. Brindis al empresario del coso de Manzanares.
Capta las miradas del público iniciando la faena de rodillas con la mano diestra. Se entiende con el animal, que humilla, llevando largo el muletazo. Se escucha el clásico pasodoble "Agüero", a la vez que realiza una interesante tanda de naturales de transmisión. Se queda absolutamente inmóvil, atornillando las zapatillas en la boca de riego, ejecutando unas atrevidísimas manoletinas, concluyendo con el tradicional y vistoso abaniqueo. Entierra el estoque en suerte natural, aunque en una colocación trasera, la cual hace caer rápidamente al animal. Dos orejas.

    Arrojado es el cuarto de la tarde, castaño, alto, rematado de cuartos traseros, enmorrillado y con ciertos rizos en la testuz -señales de trapío estas dos últimas caracterísiticas- y con pitones acapachados. Sentido ramillete de verónicas por parte del chivano, con una lenta media por el pitón izquierdo. Humilla correctamente de salida. Recibe un contundente puyazo peleando violentamente. Luego, toma otro improvisado, aun ya cambiado el tercio, dándose la deslucida carioca. Lo pone complicado con los garapullos, cortando al subalterno con la cara arriba. Brindis al público.
Se queda parado el astado en los primeros derechazos. No se entrega en absoluto el mismo por el pitón siniestro. El director de lidia, predispuesto, se lamenta debido a la actitud sosa y carente de clase y raza de su oponente. Simplemente no embiste, lo que supone un serio problema para Ponce. Estocada entera, aunque quedando la espada bastante baja y en fatal colocación. No es para menos. El toro parecía fruto de una obra de taxidermia frente a la franela: inmóvil. Pitos en su arrastre. Silencio.

    Sale Reyezuelo, castaño listón, con lucero en la testuz, largo, badanudo, bajo de manos y capacho de cuerna. De salida, presenta gran dificultad de movimiento. No consigue el de coral y oro emocionar con el capote. Puyazo trasero y señalado. Sale de la jurisdicción del varilarguero dando una voltereta sobre sus cuernos, acción que suele influir negativamente en su actitud. Colocan sencillamente los palos. Clavan solamente dos pares, quedando uno muy bajo, delantero y no reunido.
Los frecuentes y agresivos cabezazos con los que embiste impiden la transmisión en su acometida a los engaños. Por casualidad, Curro consigue templarlos bajando notablemente la pañosa con la mano izquierda, consiguiendo una emotiva serie mientras suena el pasodoble. Se le mete ahora por dentro entre ella y su cuerpo, costándole un buen susto. Cesa la música. Humilla a la perfección al natural, ganándose los oles del respetable. Voltea al matador en un aparatoso accidente, al quedarse parado el toro junto a él, y no es la primera ocasión. Estocada entera perfectamente colocada en suerte natural, en todos los rubios. Oreja como premio a los interesantes pasajes que ha tenido oportunidad de expresar, con un innato y artísitico toreo que cala en lo más hondo del alma.

    Sexto toro de la tarde. Castaño, rematado, largo, hecho cuesta arriba, enmorrillado y un tanto acapachado de cuerna. Se gusta en un par de verónicas, antes de que salga suelto y pierda el ritmo del recibo capotero. Medido puyazo del picador, el cual es aplaudido tras no castigar en demasía al burel, colocando la puya en su sitio. Acomete velozmente hacia los banderilleros, humillando. Brindis al público.
Transmite en el prólogo de la faena, tratando con suavidad a su adversario. Irrumpe el flamante "Nerva" de los instrumentos de la banda de música. Templa bajando la muleta por derechazos. Frecuentan los cambios de mano, al ritmo del jaleo del público manchego. Adorna con un garboso molinete citando de largo. El toro va de menos a más. Consigue una extraordinaria serie al natural, rematando con una emocionante pase de pecho metiendo la barbilla en el pecho y prolongando la embestida a la hombrera contraria. Mete los riñones luciéndose en una fascinante actuación, deleitando a la afición que no duda en ponerse en pie. El astado presenta multitud de virtudes, sin apagarse ni dejar de humillar, así como el tranco, recorrido... Se perfila Serrano en la suerte suprema, mas no la llega a ejecutar debido a los pitos de la gente. Se solicita el indulto cada vez con más fuerza. No cesa de embestir el animal. Sigue toreando a placer por ambos pitones. Mira varias veces al presidente, que no acepta la petición de asomo del pañuelo naranja. Hace señas de que entre a matar. Continúan las emocionantes y espléndidas series del más novel en alternativa. Entre una monumental bronca, consigue un estoconazo en todo lo alto. Merecidísima vuelta al ruedo para el genial cinqueño Soñador, que nos ha hecho soñar el toreo, y aplausos en su arrastre. Dos orejas y rabo. Máximos trofeos a un torero que se ha entregado en cuerpo y alma, y desde mi modesto punto de vista, ha conseguido expresar con sus avíos lo que atesora dentro. ¡Soberbio Sergio Serrano!


Foto: Mundotoro.com

La corrida de Las Monjas ha sido muy bien presentada, rematada de hechuras, con imponente encornadura, y de juego irregular. A destacar el segundo, muy parado, complicado y con desarrollo; el cuarto, totalmente desclasado, sin raza ni apenas embestida en la muleta; y el fenomenal sexto, al cual se le solicitó el indulto con fuerza por sus virtuosas cualidades, y fue ovacionado en su vuelta al ruedo en el arrastre.

-Enrique Ponce:  oreja y silencio.

-Curro Díaz: ovación con saludos y oreja.

-Sergio Serrano: dos orejas y dos orejas y rabo.

- ENTRADA: Media plaza del aforo permitido -

    
  Romero Salas

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