viernes, 18 de septiembre de 2020

"Toros desde el sofá": Enrique Ponce, Curro Díaz y Emilio de Justo en Nimes


 Foto: hoy.es



ENRIQUE PONCE, CURRO DÍAZ Y EMILIO DE JUSTO
ARENAS DE NIMES, FRANCIA
De primera categoría
-Estilo: Anfiteatro Romano 
-Inauguración: 1863
-Aforo: 16300 localidades

Comienzo: 17:30h
(Festejo retransmitido a través de Canal+ Toros)

Ganadería: Victoriano del Río
-Divisa: Negra y Amarilla
-Finca: El Palomar (Guadalix de la Sierra, Madrid)
-Señal de orejas: muesca en ambas
-Antigüedad: 12/7/1942
----------------------------------

Desfilan en línea recta los tres componentes de este rematado cartel, con semblante serio y mostrando una terna variada y muy torera. Saludan la ovación al término del paseíllo.

Enrique Ponce: rosa palo y oro

Curro Díaz: azul marino y oro

Emilio de Justo: tabaco y oro, con fajín y corbatín verdes, y hombreras y alamares a lo antiguo


    Abre en primer lugar la puerta de toriles Curioso, negro, alto de manos, hecho levemente cuesta arriba, ancho de sienes y enseñando las palas de los pitones. Mete correctamente la cara en las lentas verónicas de Enrique Ponce, que alternando con una improvisada chicuelina y dos medias, va ganándole terreno hacia los medios. Recibe un trasero, prolongado y medido puyazo, humillando con limpieza en el peto del caballo. Huye tras tomar el segundo. Colocan los banderilleros en lo alto y con oficio los garapullos. Brindis al público.
Se extiende el director de lidia en un templado inicio de faena, sin exigencia excesiva. Destaca de este primero de la tarde su genial humillación, la cual no desaprovecha el diestro dosificándola con suavidad y sin bajarle en demasía la mano mientras suena con extraordinaria dulzura "La Concha Flamenca". Sin embargo, carece de recorrido al subir la cara al final del derechazo. Consigue una excepcional serie por el pitón derecho calando en el tendido. Requiere el astado espacio y tiempo al natural. Torea en redondo con una rodilla genuflexa, mas el animal ya se va apagando, perdiendo transmisión. Se ha entendido el maestro Ponce con su adversario, gustándose muy relajado pese a las malvadas miradas y parones de este último. Estocada corta en suerte natural, cuando se escucha el primer aviso. Se le solicita, en vano, la vuelta al ruedo al toro en el arrastre. Oreja.

    Misigato, negro mulato, bragado, salpicado, meano, bajo, rematado, enmorrillado, ancho de cuerna y cornialto, no permite el completo lucimiento en el saludo capotero de Curro Díaz. Demuestra fijeza en la cabalgadura del piquero, sin propinar cabezazos en un señalado puyazo. Recibe una breve y trasera puya en la segunda acometida. Quita Emilio De Justo por chicuelinas ajustadísimas y muñequeando, cuando accidentalmente cae en la media verónica, agarrándolo peligrosamente el toro muy cerca del cuello, pero sin consecuencias. No lo pone muy difícil el cornúpeta en el tercio de rehiletes. Brindis a Enrique Ponce.
Humilla enclasadamente por el pitón derecho, mas sin un desmesurado recorrido en el trazo del muletazo. Lo templa el de Linares en la siguiente tanda, sintiéndose, metiendo riñones al componer la figura y hundiendo la barbilla en el pecho. Baja la muleta al natural y llevándolo largo a sones del pasodoble. Le da tiempo y sin  profundizar en exceso para no presionar la endeble condición que le resta al burel, que irradia clase y suavidad en su embestida. Torea despacio Curro Díaz, muy despacio. Estocada media en la misma cruz. Acierta con el verduguillo. Ovación que saluda desde el tercio.

    Se retrasa en su salida Descreído, de Toros de Cortés, tostado chorreado, listón, serio, bajo, hondo de caja, hecho ligeramente cuesta arriba, enmorrillado y de imponente encornadura. Permite a Emilio de Justo estirarse a la verónica rematando con una templada media. Toma un contundente puyazo, acudiendo con fiero galope a la jurisdicción del varilarguero. Extraordinario quite sentido y de pellizco por bajas chicuelinas y una vistosa revolera por parte del extremeño. Recibe otro desde casi la boca de riego con la misma casta y bravura. Suena la música como tributo a la grandeza de este tercio florece. Corta a los subalternos en la suerte de avivadores, rompiendo parte de las tablas en un fuerte derrote contra las mismas. Brindis al público.
Emociona desde el inicio de faena, dominando a su oponente y prolongando el pase de pecho a la hombrera contraria. Baja más la mano diestra en los mismísimos medios, templando a la perfección al ritmo de la composición musical taurina "Ópera Flamenca". Torea con notable lentitud por garbosos naturales. Demuestra el morlaco continuidad y recorrido por ambos pitones, que ha caído en las mejores manos en cuanto a pureza y temple se refiere. Concluye con la mano zurda a pies juntos y citando de frente, dando tiempo y sitio a un ya consumido animal, que ha presentado una positiva y entregada actitud, al igual que la de su lidiador, quien se tira en la testuz para desafortunadamente pinchar, y posteriormente dejar un estoconazo en todos los rubios. Vuelta al ruedo para el astado en su arrastre. Oreja.

    Negro, largo, rematado, enmorrillado, bajo de manos y estrecho de sienes es el cuarto toro de la corrida, que embiste bien en el recibo de percal de Enrique Ponce. No muestra una titánica pelea en el peto del equino, tampoco en el trasero y largo segundo puyazo. Tienen buena colocación los pares de banderillas, en lo alto del lomo.
Cambia de mano en dos ocasiones el chivano, toreando de salón en el comienzo de faena. Profundiza los despaciosos derechazos en el centro del ruedo ovalado, acompañando unos relajantes acordes musicales. Proporciona tiempo con macerado oficio, toreando al natural mientras humilla de maravilla el cornúpeta. Improvisa ahora toreando por el pitón derecho sin estoque de ayuda. Se está abandonando el más veterano en alternativa, ocultando con mera y aparente facilidad los defectos que presenta su oponente, manteniendo los papeles y la naturalidad al desarmarle los engaños. Torea por circulares invertidos completos y con destacable lentitud, vaciando completamente la embestida. Estocada entera recibiendo en suerte contraria, cayendo instantáneamente el toro, que ha permitido inspirarse al espada. Dos orejas. Se abrirá la Puerta de los Cónsules para el torero número 1 en el escalafón a día de hoy.

    Sale suelto de los lances de Curro Díaz el quinto de la tarde, Jara, burraco, axiblanco, gargantillo, potente de hechuras, rematado, largo, hondo de caja, alto de ijares, estrecho de sienes y algo tocado del pitón derecho, aunque metiendo bien la cara y alargando el cuello. Mide el del castoreño al de Victoriano del Río. Espera en demasía a los toreros de plata, lo que dificulta la ejecución de la suerte de banderillas. Brindis al público.
Prueba genuflexo el matador en el prólogo de faena. Baja la franela en los medios, toreando aceleradamente la acometida colmada de carbón y prontitud del morito. Peca de arrítmico y destemplado el reseñado en segundo lugar del lote del enfundado en un serio y elegante azul marino y oro, llegando a incluso evitar su correcta colocación. No ha facilitado la res el completo lucimiento que es capaz de desprender este artista linarense. Pinchazo hondo, contrario y desprendido. Vuelve a pinchar. Hunde la tizona en el tercer intento. Da la vuelta al ruedo el desafortunado torero.

    Jinetero, aplaudido de salida, negro, serio, hecho cuesta arriba, enmorrillado, alto, fino, bizco del pitón derecho y estrecho de sienes, cierra los chiqueros en el segundo festejo de la Feria de la Vendimia. No consigue lucirse totalmente Emilio de Justo, mas sí lo hace en un artístico y dibujado galleo por chicuelinas para dirigir al sexto de la tarde a la jurisdicción del torero de la gregoriana, quien proporciona un par de extensas varas, y es ovacionado por el respetable en su camino hacia el patio de cuadrillas. Colocan con aparente sencillez y reunión los palos en su sitio los peones, que también hacen lo propio al recibir los correspondientes aplausos. 
Consigue entenderse con el animal  De Justo, templando por el pitón derecho con su extraordinaria colocación, y prolongando los pases de pecho. No obstante, no termina de romper la afición en su magistral toreo al natural, bajando la pañosa. Va perdiendo el de la finca madrileña cierta nobleza en la embestida, además de fijeza y obediencia al toque del espada. Suelta la ayuda para torear sin la misma por derechazos, mientras se oye el clásico "Agüero". Escarba el toro en las manoletinas finales. Los aceros emborronan la interesante actuación del que desfiló en el centro del paseíllo, pinchando por segunda vez. Estocada entera. Saluda Emilio la ovación desde el tercio.

La corrida ha sido muy bien presentada, seria, de capa oscura, de potente cornamenta y hechuras, manejables en general y aptas para una plaza de primera categoría. A destacar el segundo, de gran clase y temple en la embestida; tercero, dando gran espectáculo en el tercio de varas, y premiado con la vuelta al ruedo en su arrastre; y el cuarto, mostrando una sensacional humillación y recorrido.

-Enrique Ponceoreja y dos orejas.

-Curro Díaz: ovación y vuelta al ruedo.

-Emilio de Justo: oreja y ovación.

- ENTRADA: Tres cuartos del aforo permitido -

Romero Salas

No hay comentarios:

Publicar un comentario